Islas panameñas flecharon al empresario Michael Klein
La meta del estadounidense era inscribir las Islas Secas en una fundación, para así lograr su conservación a perpetuidad. La belleza natural del lugar lo atrajo desde el primer momento que llegó allí.
Santiago Cumbrera
PA-DIGITAL
Se enamoró de la flora y fauna de Panamá en un abrir y cerrar de ojos.
En Islas Secas, ubicadas al sur de Veraguas, encontró lo que siempre soñó: ?un lugar paradisíaco de exuberante vegetación" para construir un alojamiento ecológico que fuera, por lo menos, autosostenible.
Se trata del estadounidense Michael Klein, quien desapareció junto a su hija y una amiga de ésta, cuando viajaban en una avioneta hacia Volcán, Chiriquí, el domingo pasado.
Klein, un luchador por la preservación del medio ambiente, es propietario de 16 islas inhabitadas de origen volcánico que, en su conjunto, conforman Islas Secas.
Este hombre de negocios conoció esta zona del país por un accidente del destino, como dijo a la revista electrónica "En Exclusiva", que lo entrevistó en el 2005.
Su hermana -conociendo su atracción por la naturaleza- lo invitó a vacacionar en Islas Secas luego de quedar fascinada con el lugar.
Klein fue recibido cordialmente por las ballenas jorobadas que con sus acrobacias aéreas terminaron de atraerlo.
Este exitoso empresario descubrió que Islas Secas estaba a la venta en el Registro Público de David, Chiriquí, cuando indagaba sobre un lote que su hermana estaba considerando comprar.
En declaraciones a la revista "En Exclusiva", Klein reveló que cuando se dirigió a la ciudad para tomar un avión de regreso a Estados Unidos, fue recibido sorpresivamente en el aeropuerto de Albrook por el entonces dueño de Islas Secas, a quien le informaron sobre la presencia de un norteamericano ?impresionado con sus islas?.
Este señor lo llevó al aeropuerto de Tocumen para hablarle de las islas y, en el trayecto de 45 minutos, logró convencerlo de comprar el pequeño archipiélago.
Entre ambos redactaron, a mano, un acuerdo de compra-venta, el cual firmaron al llegar a su destino.
"Cuando me monté al avión con los documentos en mano es cuando realmente me di cuenta de lo que acababa de ocurrir: "Islas Secas era mío"?, contó Klein a la revista, reviviendo la aventura.
Equipadas con paneles solares (que alimentan su calentador, sus luces, su nevera y abanicos), las pequeñas cabañas son para personas de alto nivel económico.
Aunque el hotel puede albergar 14 adultos (los niños no están bienvenidos, a menos que se alquile la mayoría o la totalidad de las habitaciones).
Este bajo número de invitados son atendidos por 20 personas que laboran en el Resort.
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