Increíblemente, en todo el lindero oeste de la Playa Red Frog Beach que un extraño la declarado privada para él y sus amigos (que al parecer incluye al Sr. Martín Torrijos) existe una decena de letreros de prohibición de acceso a los caminos históricos que existen en esta isla.
Mucha gente ni siquiera han podido desembarcar y deben pagar para pasar a la playa. El colmo de todo es que los letreros incluyen los íconos faunísticos que seguramente serán erradicados, de la forma que muestra la foto.
Esto indica que el apuro en construir sobre el hábitat de estas criaturas únicas es mayor que el afán científico por conocer su proceso de extinción por la urbanización pretendida en esta playa.Sólo escuchamos el rugido de los tractores y la corriente de agua que desemboca a la playa manchada de arcilla del desastre que ocurre en medio de estos bosques únicos.Le preguntamos a un humilde trabajador que qué sería de las ranitas que había en el sector y nos contestó: seguramente quedarán tomando guaro en el bar que harán en este barranco donde son tan abundantes.
Los lugareños de Bocas comentan que el presidente Martín Torrijos es socio del dueño del proyecto RED FROG BEACH, que destruye el área con mansiones, carreteras, piscinas, campos de golf, muelles, etc. Si esto es así, el Presidente nos debe una explicación a todos los panameños de este conflicto de interés, ya que este proyecto nunca debió permitirse en el borde del Parque Nacional Bastimento, área núcleo de la Reserva de la Biósfera La Amistad.
Sr. Presidente: Es cierto o no que usted es socio de este proyecto que amenaza la biodiversidad de la Isla Bastimentos y enajena para extraños un recurso natural de todos los panameños?
Por qué permite armas de grueso calibre de los que custodian la destrucción de esta singular área?
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